Dr. Karan Shukla
Dr. Karan Shukla

La ciencia es clara: Las mascarillas, junto con la higiene de manos y el distanciamiento social, son la forma más eficaz de frenar la propagación del nuevo Coronavirus. Aunque la vacunación ya está en marcha, esas siguen siendo las mejores herramientas que tenemos, dijo el Dr. Karan Shukla, médico de familia de Novant Health Randolph Family Medicine en Charlotte.

“Las mascarillas protegen de dos maneras,” dijo. Protegen a la población general de alguien que tiene el COVID-19 y no sabe que lo tiene, y protegen al usuario en su entorno.

Debido a que tomará meses vacunar a los estadounidenses contra el Coronavirus, debemos seguir usando mascarillas para controlar la propagación; en esto, los médicos y los expertos en salud pública están de acuerdo. Incluso después de recibir la vacuna, los expertos recomiendan seguir usando la mascarilla, al menos por el momento. 

Las polainas de cuello pueden ser eficaces

Sin embargo, hay mucha confusión sobre las mascarillas. Las polainas de cuello obtuvieron una mala fama inmerecida el verano pasado, cuando algunos medios de comunicación malinterpretaron los resultados de un estudio de la Universidad de Duke y afirmaron que las polainas de cuello eran peores que no usar mascarilla.

La polaina de cuello es mejor que no usar una mascarilla, concluyeron los científicos de Duke. Shukla está de acuerdo: “Ningún estudio anterior había identificado que la ausencia de cobertura facial era preferible a alguna cobertura facial. Y los estudios de seguimiento recientes sobre las polainas de cuello han sido favorables. Un estudio de Virginia Tech demostró que las polainas de cuello de dos capas fueron bastante eficaces para bloquear el 90 % de las partículas aerosolizadas”.

Sin embargo, deja algo en claro –  la polaina (o cualquier cobertura) debe estar bien ajustada para ser eficaz.

La mayoría de las investigaciones sobre mascarillas están terriblemente desactualizadas. No se ha hecho mucho desde la pandemia de la influenza de 1918, dijo Shukla. “La investigación reciente se refiere a las mascarillas descartables,” dijo. “No hay mucha producción científica actualizada sobre las mascarillas reutilizables”.

Las recomendaciones pueden evolucionar a medida que se completen y se publiquen más estudios. Por ahora, esto es lo que los médicos saben sobre cómo usar y cuidar una mascarilla, y cuáles son los tipos más eficaces:

  • Casi todas las personas deben usar una mascarilla en público. Las únicas personas exentas, dijo Shukla, son los niños menores de 2 años, cualquier persona con dificultades respiratorias y cualquier persona que no pueda quitarse la mascarilla sin ayuda.

  • El material importa. El algodón es bueno. “Una mascarilla de 100% algodón de tejido tupido funciona mejor que la mayoría de las máscaras sintéticas,” dijo Shukla.

  • Muchas capas son mejores que una sola capa. Una mascarilla de varias capas con una capa de algodón y una capa sintética funciona muy bien. Incluso puede ser tan eficaz como la mascarilla N95, la opción por excelencia, dijo Shukla. “Es fundamental que sea un tejido tupido. Cuanto más hilos por pulgada tenga la tela, mejor.” Al igual que con las sábanas, una mayor cantidad de hilos indica un producto superior. “Tres capas son mejores que dos, y dos capas son mejores que una”.

  • El tamaño y el ajuste son importantes. “Ninguna combinación de telas funciona si la mascarilla no se ajusta bien,” dijo Shukla. “No hay una forma de mascarilla perfecta, porque lo que funciona para cada uno depende del rostro. Es importante elegir una mascarilla que se mantenga en su lugar”.

  • Cúbrase la nariz. Asegúrese de que la mascarilla le cubra la boca y la nariz. Debe estar ajustada, pero debe permitirle respirar y hablar con facilidad. Si la mascarilla se mueve y se desliza hacia abajo por la cara, no cumple ninguna función. Las mascarillas faciales con un alambre que va sobre la nariz para mantenerlas en su lugar ayudan a evitar ese problema.

  • Las bandanas no son la mejor opción. “Permiten la fuga de una gran cantidad de gotas aerosolizadas,” dijo Shukla. “Pero preferiría ver a alguien usando una bandana en lugar de no usar ninguna mascarilla.”

  • No se recomiendan las mascarillas con válvulas de exhalación. Según los datos de la Universidad de Duke, las válvulas unidireccionales tienen filtros que funcionan solo en una dirección. Al inhalar, el aire entrante se filtra. Pero, al exhalar, la mezcla saliente de dióxido de carbono, oxígeno, vapor de agua y posiblemente partículas virales de COVID-19 se libera sin filtrar. La mascarilla puede protegerlo a usted, pero no protege a las personas que lo rodean.

  • Lávese las manos antes de ponerse la mascarilla. Una vez que se la coloque, evite tocarla. Si lo hace, lávese o desinféctese las manos de inmediato. Manipule la mascarilla solo por los lazos o cintas para las orejas.

  • No comparta su mascarilla con familiares y amigos.

  • Deseche la mascarilla. Si la mascarilla es descartable, deséchela después de un solo uso.

  • Manténgala limpia. Debe lavar su mascarilla reutilizable en la lavadora (preferentemente) o a mano en el agua más caliente posible. La recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sobre “lavarla con relativa regularidad” es vaga, comentó Shukla. Es mejor lavarla después de cada uso. Debe tener suficientes mascarillas a mano para que, cuando se lave una, todavía le quede otra.

  • Piense en su mascarilla como la ropa interior. “¿Con qué frecuencia lava su ropa interior?” preguntó Karan. “Yo usaría eso como guía para saber con qué frecuencia lavar una mascarilla”.

“El virus no tiene una agenda política,” dijo Shukla. “Su misión es encontrar un anfitrión y reproducirse. Es poco probable que tengamos una vacuna que se distribuya ampliamente hasta más tarde este año. Hasta entonces, es importante usar una mascarilla que se ajuste bien”.

Es el enfoque más cauteloso y considerado. Y sin embargo, todavía hay quienes se resisten. “En este punto de la pandemia, es desconsiderado e imprudente, en el mejor de los casos, no usar una mascarilla en público,” dijo Shukla. “En el peor de los casos, es poner en peligro la salud pública”.

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