Los pacientes que presentan síntomas de derrame cerebral y ataque cardíaco están retrasando el acudir a urgencias porque temen contraer la COVID-19. Eso es peligroso, y puede ser una decisión fatal.

Dr. eric deshaies
Dr. Eric Deshaies

Al retrasar ese momento, los pacientes minimizan sus posibilidades de recibir un tratamiento que podría salvarles la vida. Antes de la COVID-19, la mayoría de los pacientes con síntomas de derrame cerebral llegaban al centro médico de Novant Health pocas horas después de enfermarse. Desde que comenzó la pandemia, el promedio es de unas aterradoras 19 horas, según el Dr. Eric Deshaies, neurocirujano de Novant Health.

"Quienes mejor lo hacen son los que llegan al hospital en tres horas", dijo Deshaies. "El tiempo es el cerebro y cuanto más rápido lleguen a vernos y a ser tratados, es más probable que se recuperen completamente".

Los pacientes que se enfrentan a un derrame cerebral ya son lo suficientemente graves. No deben preocuparse por el Coronavirus en ningún departamento de emergencia de Novant Health.

"Todos han sido debidamente formados y tenemos todo el equipo de seguridad necesario para proteger tanto a nuestros pacientes como a nuestro personal de contraer y propagar el Coronavirus", dijo Deshaies.

Por cada minuto que se retrase la atención médica le podría estar costando células cerebrales, y podría ser la diferencia entre una recuperación que le permita vivir la vida que desea, o pasar el resto de su vida con una discapacidad.

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